Compost Microbiológico Controlado (CMC®)

El Compost Microbiológico Controlado (CMC®) es un compost de alta calidad que ha sido elaborado por medio de un proceso de compostaje aeróbico

Se produce con presencia de oxígeno a través del sistema de “pilas” (covered windrow composting), en el cual se han inoculado o incorporado microorganismos específicos con el objetivo de transformar la materia orgánica en humus de nutrición, bajo un estricto control y seguimiento de parámetros tan importantes como la temperatura, el CO² o la humedad

croma

Desde el año 1980, Siegfried y Uta Lubke, creadores del CMC, han venido utilizando la técnica de inoculación de microorganismos en el proceso de compostaje, así como en los abonos verdes, obteniendo los mejores resultados. La inoculación de microorganismos o Starter consiste en introducir microorganismos específicamente escogidos con el objetivo de transformar los residuos orgánicos (restos de poda, desechos de cocina, estiércol, pinocha, paja,…) en compost CMC o humus de nutrición. Una vez aplicado el compost en el suelo, los cultivos no necesitan fertilizantes químicos, plaguicidas, herbicidas o pesticidas para hacer frente a las enfermedades y plagas. Son muchos los técnicos y científicos que reconocen el poder de desintoxicación del compost CMC en el suelo. Un conocido proyecto de investigación del gobierno estatal de Austria comprobó que tras la aplicación de compost CMC en el suelo se suprimen las enfermedades y plagas en los cultivos con un grado de eficacia de un 95 %. Todavía no se ha conocido una técnica de compostaje tan eficaz como el CMC. Generalmente, el grado porcentual de eficacia de los productos químicos contra las plagas y enfermedades alcanza el 90%.

Esta técnica implica que los procesos microbianos son controlados y guiados durante el compostaje. La principal tarea de un compostador es crear el ambiente óptimo para que los microorganismos inoculados o Starter puedan descomponer la materia orgánica y transformarla en humus y eso sólo es posible por medio de un proceso aeróbico (presencia de oxígeno). Para ello, se necesita una persona cualificada, unas condiciones óptimas y un conocimiento de la combinación de los materiales necesarios para que los microorganismos puedan desempeñar su tarea biológica.

El compost elaborado mediante la tecnología CMC cumple con todos los requisitos legales exigidos por el R.D. 824/2005.

Enmienda orgánica Compost: Producto higienizado y estabilizado obtenido mediante descomposición biológica aeróbica incluyendo fase termófila de materiales orgánicos biodegradables del Anexo IV, bajo condiciones controladas.

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El Proceso

El proceso de compostaje se basa en elaborar compost bajo el sistema de “pilas”. A la hora de hacer compost bajo la técnica de “pilas de compostaje”, es esencial prestar especial atención en el modo de combinar los residuos orgánicos para lograr una relación Carbono Nitrógeno (C/N) de 30:1.

Los materiales

Para elaborar una pila con el método CMC es esencial colocar una primera capa de materia orgánica de restos vegetales secos bien triturados. Las siguientes capas tienen que ser material fresco (desechos de cocina bien preservados, restos de plátaneras, siegas de césped, hierbas adventicias, leguminosas,….). La aplicación de materia orgánica fresca sin putrefacción en la pila de compost es muy beneficiosa para poder obtener un compost de alta calidad. Este tipo de material fresco garantiza un correcto inicio en el proceso de compostaje y así los microorganismos inoculados pueden degradar la materia orgánica y convertirla en humus. Cuando el compostador composta materia orgánica en estado de putrefacción (estiércol) debe realizar mayores esfuerzos durante el proceso para obtener un compost de alta calidad. Incorporar materia orgánica en estado de putrefacción puede influir en la calidad del producto final, siempre y cuando no se gestione de forma correcta, ya que no será tan alta como un compost elaborado a base de materia orgánica fresca libre de putrefacción. Cualquier proceso de putrefacción da lugar a un crecimiento de vida microbiana no deseada (microflora anaeróbica) que debe ser eliminada con un esfuerzo extra y un cuidado especial del proceso por parte del compostador. Para un compostador novel es recomendable que no introduzca materia orgánica putrefacta pero en caso de compostadores más experimentados que quieran compostar estiércoles se aconseja que la cantidad de estiércol no supere el 15-20 % del volumen total de la pila.
Después de introducir las capas de materia orgánica fresca es imprescindible añadir un 10% de tierra arcillo-limosa a la pila de compostaje. Los microorganismos necesitan tierra con minerales arcillosos para poder construir las cadenas de nutrientes bien estructuradas que forman el humus. Los microorganismo beneficiosos (aeróbicos) producen una carga iónica positiva, mientras que la tierra produce una carga iónica negativa, por tanto hay una atracción natural esencial para crear el valioso humus. Diversos proyectos de investigación han comprobado que añadir tierra arcillo-limosa en el proceso de compostaje es absolutamente imprescindible para formar las cadenas de humus. Por otro lado, añadir compost maduro en pilas de compostaje mejora las condiciones de humedad.

material compostable

El Starter

Una vez que los materiales estén bien mezclados habrá que esperar al segundo día para inocular el Starter. El Starter está compuesto de microorganismos aeróbicos cuya tarea es descomponer los materiales y formar humus en un plazo de 6-8 semanas. Otra de las tareas de estos microorganismos es desintoxicar los residuos orgánicos de posibles sustancias tóxicas que pudieran contener, tales como pesticidas, herbicidas, fungicidas, barnices, etc.…y el proceso de desintoxicación continúa una vez aplicado el compost en el suelo. La necesidad de inocular microorganismos en el proceso de compostaje no sólo acelera el proceso sino que garantiza eficacia y calidad tanto en la fase de descomposición de los materiales como en la fase de formación de humus. También es muy importante para introducir los microorganismos antagonistas necesarios y poder garantizar unas condiciones de higienización del compost. Desafortunadamente, no se puede encontrar la microflora que necesitamos ni en los residuos orgánicos que queremos compostar ni en la tierra que debemos añadir en el proceso, por ello la importancia de introducir Starter en la pila de compost.
En resumen, la inoculación de microorganismos es absolutamente necesaria para llevar a cabo un proceso de compostaje de alta calidad.

starter

El Starter por si mismo no es suficiente, la clave del éxito es proveer las condiciones necesarias y un cuidado permanente del proceso de compostaje de acuerdo con las leyes de la naturaleza. Para hacer compost CMC los trabajadores o técnicos necesitan tener una cualificación adecuada y así poder entender las leyes de la naturaleza. Los suelos degradados o “muertos” se pueden recuperar y devolverle la fertilidad por medio de la aplicación de compost CMC, altamente activo desde el punto de vista biológico. Después de la aplicación del compost, el suelo se regirá por los ciclos naturales.

La maquinaria

El proceso de compostaje CMC recomienda el uso de volteadoras de compost para garantizar la oxigenación el durante el proceso. A la volteadora de compost se le puede incorporar un sistema de inoculación que mezcle y pulverice el Starter dentro de la pila de compostaje a medida que se voltea el material. Este sistema forma una “nebulización” muy fina capaz de alcanzar cada partícula del residuo orgánico. Los microorganismos que componen el Starter son organismos unicelulares, es decir, son incapaces de moverse por si mismos, sin embargo si las condiciones de vida son óptimas, podrán multiplicarse muy rápidamente y poder cumplir sus tareas dentro del tiempo que dura el proceso (6-8 semanas).

maquinaria

El control de los parámetros: la temperatura y el CO2

La monitorización y el seguimiento desde el inicio hasta el final del proceso son clave para cumplir con el objetivo de producir humus. Es necesario medir diariamente tanto la temperatura, el CO2 como la humedad de los materiales. Una vez finalizado el proceso, también es necesario, medir los nitratos, los sulfitos, el pH y Redox, para garantizar un producto de alta calidad.
Se podría decir que el “arte” de compostar deriva en transformar los enlaces químicos perjudiciales de la fase reductiva-tóxica (ácido sulfhídrico, fosfina, amoniaco) en enlaces químicos no perjudiciales de la fase oxidativa (sulfato, fosfato, nitrato)
La temperatura nos indica como se está llevando a cabo el proceso de compostaje y en qué fase se encuentra. El diagrama que se muestra debajo muestra la curva ideal de la temperatura dentro del proceso CMC que se divide en dos fases principales: la fase de descomposición de la materia orgánica y la fase de formación de cadenas de nutrientes o humus y cada fase tiene una temperatura específica. En la primera fase de descomposición de la materia orgánica, también llamada fase termófila, la temperatura es de 55-65ºC; nunca se debe sobrepasar los 65ºC durante el proceso. Por ejemplo, si el proceso de compostaje tiene 10 semanas y una temperatura de 60ºC esto significa que el proceso está todavía en la fase de ruptura del residuo orgánico y no se ha podido empezar a formar humus, por lo que habría que tomar medidas para resolver el problema.

Medir el nivel de dióxido de carbono es muy importante para conseguir un correcto proceso de compostaje. En este diagrama se muestra la curva ideal de CO2, muy similar a la curva de la temperatura, donde se puede observar los niveles máximos de CO2, alrededor del 20 %, se alcanzan durante la fase de descomposición de los materiales y los niveles mínimos de CO2, entre un 1-8%, se producen durante la fase de formación de humus. Durante el proceso, el metano (63 veces más dañino para el clima que el CO2, según la Comisión Ambiental del Gobierno de Austria) nos sirve de indicador y debe ser medido diariamente durante el proceso. Un exceso de CO2 asfixia a los microorganismos en la pila por lo que no podrán realizar sus tareas de descomposición y de transformación de la materia orgánica en humus, es decir, que el nivel de CO2 no puede superar más del 20 %. El compost debe de ser volteado con frecuencia para rebajar el nivel de CO2 y así poder evitar un exceso durante el proceso de compostaje. Generalmente, el compost debe ser volteado una vez al día durante la primera semana, cuatro veces en la segunda semana del proceso y cada tres días en la tercera semana; después se debe voltear una vez a la semana en las tres semanas siguientes que dura el proceso. Un buen manejo del proceso de compostaje logra crear humus en tan sólo seis semanas.

parametros

El ciclo del nitrógeno

El ciclo del nitrógeno, especialmente la curva de nitratos, nos da una información valiosa para evaluar la eficacia del proceso. En un proceso ideal el nitrato-nitrógeno se puede llegar a detectar a partir de la segunda semana del proceso. Con el ratio adecuado en la relación Carbono Nitrógeno (C/N 30:1), el valor del nitrato alcanza aprox. 1000 mg/kg y ese nivel cae gradualmente durante la fase de formación del humus debido a que los microorganismos almacenan el nitrato en las proteínas. El compost, una vez aplicado en el suelo, no tendrá problemas ni de exceso ni de defecto de nitrógeno para que así los cultivos y plantas puedan crecer de forma saludable.
El nitrógeno no se fijará en los materiales si hay carencia de humedad, de tierra o de microflora (microorganismos) en la pila. Un compostador debe esforzarse para producir, usar y vender únicamente compost de alta calidad porque sólo así los nutrientes han sido “fijados” y son altamente asimilables por las plantas.
El metano es un elemento residual de procesos anaeróbicos y en un correcto proceso de compostaje nunca debe de existir. Este enlace químico no está permitido en el proceso de compostaje CMC.
En la gráfica superior sobre los nitratos en el proceso de compostaje, la línea marrón representa el índice de nitratos durante un proceso de compostaje incorrecto donde el nitrógeno no se fija en los materiales. La línea verde representa un proceso de compostaje correcto.

La pila de compostaje

El tamaño de la pila no debe superar las dimensiones establecidas (2,5-3,5 m. de ancho por 1,5 m. de alto) y así no perjudicar el proceso aeróbico. Si se superan las dimensiones establecidas, el compost no será de tan alta calidad y el proceso durará mucho más tiempo, 1-2 años. La alta calidad del compost CMC facilita que se pueda obtener una alta rentabilidad económica. En países como Suiza o Austria, las plantas de compostaje utilizan maquinaria que ha sido diseñada y fabricada exclusivamente para estas dimensiones de la pila.
Por otro lado, la pila de compost debe de estar protegida de la lluvia, el sol y el viento. Por ello, es necesario cubrir las pilas de compost con cobertores geotextiles de polipropileno permeables a los gases que no permiten la infiltración de agua de lluvia, sol o viento, gracias a su tejido geotextil.
En países europeos como Austria o Suiza, la ley exige que durante el proceso de compostaje se midan los parámetros adecuados (temperatura, CO2, nitratos, sulfitos, etc…) para garantizar el correcto proceso de compostaje. También se exige por ley que las pilas de compost estén cubiertas con un sistema adecuado.

pilas de compostaje

Compost y estiércol

El compost, a diferencia del estiércol, no contiene patógenos ya que durante el proceso de elaboración, las sustancias tóxicas se transforman en proteínas y nutrientes. El estiércol  contiene microorganismos anaeróbicos (microorganismos que viven sin presencia de oxígeno) y a su vez éstos producen sustancias tóxicas como la putrescina y la cadaverina que a la vez son alimento para los patógenos (microorganismos perjudiciales). Si aplicamos estiércol mal compostado o fresco en los cultivos, los microorganismos anaeróbicos tienden a desaparecer pero las sustancias tóxicas que éstos producen (putrescina, cadaverina) no desaparecen. Un suelo abonado con estiércol sin compostar o mal compostado, es un suelo con altos niveles de nitrógeno (nitratos) muy perjudiciales para los cultivos y muy atractivo para las plagas y enfermedades.
Si durante el proceso de compostaje se produjeran sustancias tóxicas (putrescina, cadaverina), significa que el proceso se ha convertido en anaeróbico (falta de oxígeno) por lo que el producto final es de muy mala calidad. Los patógenos (microorganismos perjudiciales) crecen muy rápidamente bajo condiciones anaeróbicas (sin oxígeno) lo que significa que son muy dañinos para la salud de los seres humanos y para el medio ambiente. La aplicación de estiércol no se ha realizado durante toda la historia de la agricultura. El uso de estiércol sin compostar en el suelo se ha venido aplicando desde finales del siglo XIX y principios del siglo XX, cuando se inicia la estabulación e industrialización del ganado y la acumulación de estiércol empieza a ser un grave problema.

“El sistema tradicional de estercolado de tierras para el cultivo basado en el uso de purines y excrementos de animales perjudica la salud de los suelos. Los purines y los diferentes tipos de estiércol contienen nemátodos indeseables (gusanos) que se introducen el suelo y suelen atacar a las raíces de nuestros preciados cultivos. Estas técnicas tradicionales llevan al suelo estos nemátodos perjudiciales y luego los agricultores acuden a productos químicos (nematicidas) para luchar contra ellos. Así los agricultores terminan combatiendo algo que ellos mismos han creado.”
Siegfried Lübke 28/03/2006

estiercol

Las ventajas del CMC

Muchos suelos son pobres en microflora (microorganismos beneficiosos) y necesitan mejorar sus ciclos naturales para que vuelvan a ser fértiles y saludables. La aplicación de compost de alta calidad o CMC aporta grandes beneficios al suelo y consecuentemente a las plantas en un corto periodo de tiempo. La aplicación mínima de compost en el suelo es de 1-3 Kg. por metro cuadrado, dependiendo de la salud del suelo. Si se aplica compost CMC en el suelo, se está introduciendo un valioso producto biológicamente activo capaz de aportar todas las cualidades deseables convirtiéndolo en un suelo fértil y libre de semillas de “malas hierbas”.
Todas estas ventajas se han logrado gracias a la constante investigación y al desarrollo de la tecnología por parte del Grupo CMC Europa.
La Universidad del Norte de Carolina (Estados Unidos), el Instituto de Investigación Agraria de la Universidad del Pais de Gales (Reino Unido), Universidad de Ciencias del Suelo de Viena (Austria), la Asociación del Suelo “Soil Association” (Reino Unido) o el Instituto Nacional de Investigación Agraria (Bélgica) son algunos de los numerosos centros de investigación que han demostrado las ventajas y beneficios de la aplicación de CMC en el suelo.

  • Ahorro de costes en productos fitosanitarios. Los pesticidas, herbicidas y fungicidas no son necesarios
  • Evita la erosión del suelo, no existe lixiviación de nutrientes
  • Se optimiza el rendimiento en los campos
  • Los cultivos y plantas crecen muy rápido y muy saludables, aumenta la cantidad de la producción
  • Aumenta la biodiversidad del suelo
  • Aumenta la calidad nutricional de los alimentos
  • Se puede ahorrar agua, hasta 3 veces más que un suelo convencional. El suelo llega a tolerar las sequías
  • Es un modelo ejemplar de gestión integral de los residuos orgánicos
  • Tiene la capacidad de descontaminar los suelos
  • Mejora la fertilidad del suelo y el sobreabonado y exceso de nitrógeno (nitratos) no son posibles
  • Aporta los macronutrientes necesarios al suelo (Nitrógeno, Fósforo y Potasio)
  • Hace más sencillo la labranza de la tierra
  • Incrementa la porosidad del suelo en forma de grumos de humus
  • Evita la compactación del suelo
  • Regula la nutrición vegetal
  • Mejora el intercambio de iones
  • Mejora la asimilación de abonos minerales
  • Produce gas carbónico que mejora la solubilidad de los minerales
  • Secuestra el carbono, frenando el cambio climático
  • Da consistencia a los suelos ligeros y a los compactos; en suelos arenosos compacta mientras que en suelos arcillosos tiene un efecto de dispersión.
  • Sirve a su vez de soporte y alimento de los microorganismos
  • Aporta microorganismos útiles al suelo
  • No contiene semillas de “malas hierbas”
  • Mejora la resistencia y la reproducción sexual de las plantas